Luis Mideros A.



Luis Mideros Almeida (1898-1970) es quizás, el mayor exponente de la escultura ecuatoriana.
Nace en San Antonio de Ibarra, el año 1898. Sus padres fueron Federico Mideros, comerciante y agricultor y la dama ibarreña Carmen Almeida.  Luis Mideros forma parte de una generación de artistas, pues sus hermanos Víctor, maestro de la pintura nacional, Fray Enrique, destacado pintor y Jorge, arquitecto y pintor, han dado lustre al arte nacional.
Su infancia es tranquila y feliz en San Antonio de Ibarra, donde en su escuela, ya dio muestras de los grandes dones que tenía para el dibujo y el tallado de la madera.
El Arco de Triunfo, parque El Ejido, Quito


Sus estudios de arte
Llevado por sus inquietudes artísticas viaja a Quito e ingresa a estudiar en la Escuela de Bellas Artes.
En esta escuela se decide por la escultura, su gran pasión.
Mientras estudiaba los dos últimos años entró a trabajar como ayudante del escultor europeo Casadia, de quien aprende sobre todo la técnica para crear esculturas de bronce.
"Mi hermano Jorge"

Sus triunfos en Nueva York
Su deseo de aprender más sobre su arte lo llevan a Estados Unidos, a la ciudad de Nueva York.
Nueva York era la meca de la escultura norteamericana y allí triunfó compitiendo contra los mejores escultores de los Estados Unidos, logrando gran éxito en un medio donde pocos artistas extranjeros triunfan.
En Estados Unidos se reconoce la calidad de un escultor, y las obras de Luis Mideros destacan nítidamente en Nueva York.
La Fundación Rockefeller reconoce la calidad de sus obras y lo nombra Director del American Indian Museum, museo del Instituto Rockefeller.
Sus trabajos los realiza en el Colegio Seráfico de San José, en Calicoon. Su mayor obra es la estatua de San Francisco de Asís, obra que conmueve a quienes la admiran y que es conservada en el museo del Instituto Rockefeller.
Aparte de su talento, Luis Mideros era un artista con una gran capaciudad de trabajo y elabora numerosas obras de gran calidad artística, en bronce y en mármol.
Un busto del Presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln se conserva en el museo del Instituto Rockefeller.
Juan Montalvo, parque "El Ejido", Quito

Retorno al Ecuador
En 1926 retorna al Ecuador, a la ciudad de Quito, donde se instala definitivamente.
El motivo de su retorno es el acoso que empezó a sufrir de la organización racista Klu Klux klan, que le exigían nacionalizarse como ciudadano norteamericano, a lo cual se negó pues deseaba en algún momento retornar al Ecuador.
Este acoso empezó a ser cada vez más agresivo, por lo cual retornó al Ecuador.

El Premio "Mariano Aguilera"
En 1928 gana el primer premio en el clásico concurso de arte "Mariano Aguilera". En ese entonces se decía que este premio estaba monopolizado por los hermanos Mideros, pues Víctor Mideros lo ganó siete veces, Luis y Jorge Mideros lo ganaron una vez cada uno.


"Juan Montalvo" se conserva en la Casona Universitaria, Guayaquil

Sus obras en Quito
Instala su taller en una propiedad agrícola que compra en las afueras de Quito, llamada "La Magdalena".
En un gran galpón tenía un gran horno de fundición del bronce y todos los elementos necesarios para su trabajo. Día a día acudía a este taller a los ocho de la mañana y trabajaba concentrado en sus obras, hasta las cuatro de la tarde.
Su calidad de dibujo de la figura humana era impresionante y se puede admirar en sus obras con figuras de la mitología griega como los centauros.



Se destaca el monumental relieve que adorna dos fachadas del Palacio Legislativo del Congreso de esa época, con figuras que evocan la historia del Ecuador desde el asesinato de Atahualpa hasta el siglo XX. 
Estos dos relieves cubren los dos frentes del Palacio Legislativo, y fueron encargados al gran escultor durante la reconstrucción del Palacio Legislativo que realizó el Presidente Doctor Camilo Ponce, en 1958.
La industria y el desarrollo, al final del relieve en el Congreso Nacional


Entre sus principales obras están las esculturas "El fuego de Montalvo", "Simón Bolívar", "Sebastián de Benalcázar" y "Eugenio Espejo".


Una de sus obras "La pasión de la Marianita" puede admirarse en el Altar Mayor de la Iglesia de Puerto Bolívar, ya que el arquitecto Jorge Mideros Almeida, hermano del artista y propietario de la obra, la donó a la Iglesia por su gran amistad con el sacerdote español Juan Epelde, párroco de Puerto Bolívar durante muchos años.

En la "Monografía de San Antonio de Ibarra" se describe a Luis Mideros Almeida:

"Su baja estatura, rostro redondo, mirada penetrante y transparente, expresión agradable, porte tranquilo y sencillez en su presentación contrastan con la grandeza de su espíritu y el inmenso poder dentro de sus manos creadoras."
Otras creaciones suyas se encuentran en museos, galerías y casas particulares de Cali, Bogotá, Valparaíso, México y Nueva York.

En el siguiente video del Centro Taller de Diseño Mideros, publicado en Youtube, se destaca la obra escultórica de Luis Mideros Almeida:






Mi recuerdo personal
Conocí a mi tío Luis Mideros Almeida en un viaje de vacaciones a Quito con mi madre y hermanos, cuando tenía unos diez años de edad.
Llegamos a Quito a la casa que tenía en la calle Portoviejo y la Avenida "Diez de Agosto" en el sector donde se inicia el parque "El Ejido" en Quito. Vivía con su hermana, la tía Lolita. 
Su casa era llena de esculturas, algunas de bronce y otras eran los moldes de yeso que usaba para fabricar las esculturas de bronce.
A mi me impresionó la escultura llamada "Entelequia" (Inteligencia) por su gran tamaño (casi tres metros de altura) y por ser una figura tipo escultura griega clásica en una posición de su brazo que parecía sacar el poder del pensamiento humano del cerebro. Justamente representaba eso: la fuerza y el poder del pensamiento humano.
Recuerdo que un día nos llevó, a mis hermanos y a mí, a conocer las instalaciones donde trabajaba sus esculturas. Quedaban dentro de una gran finca con muchos eucaliptos de su propiedad llamada "La Magdalena". El tío Luis trabajaba en un gran galpón de amplios espacios donde destacaba una gran máquina metálica, un gran horno para fundir el bronce.
Otro recuerdo es cuando llegó a visitarlo mi padre. el arquitecto Jorge Mideros Almeida. No se veían hace más de 20 años. Nunca he visto a dos personas darse un abrazo tan emocionado, fraternal y afectuoso.
Por eso a mi padre le afectó mucho cuando solo unos meses después de este emotivo reencuentro, llegó la triste noticia de que el tío Luis había muerto de un infarto. El Ecuador perdía uno de sus grandes escultores y sus amigos y familiares perdían a un grandísimo ser humano.